En fotografía, el término "montaje" o "laminado" se refiere a un proceso en el que una fotografía impresa o expuesta se aplica sobre un material de soporte más resistente, como cartón o aluminio, para hacerla más estable y duradera. El montaje protege la foto de daños como arrugas, rasgaduras o humedad, al tiempo que le brinda una presentación de alta calidad.
El proceso de montaje implica pegar la foto sobre el material de soporte utilizando un adhesivo especial. Se cuida de evitar burbujas de aire o pliegues entre la foto y el soporte para asegurar una superficie lisa. Dependiendo del producto elegido, es posible sellar la foto con vidrio acrílico o una lámina protectora.
El montaje se utiliza con frecuencia en exposiciones, presentaciones o impresión profesional para proteger fotos, carteles u otras imágenes y brindarles una presentación sólida y atractiva. El montaje también proporciona rigidez a la foto, lo que permite colocarla en un marco sin necesidad de soporte adicional.